A navajazos en el curro

Ser únicamente dos personas en un departamento tiene ventajas y desventajas. Una de las desventajas es que no podemos coincidir en vacaciones.

En mi caso, hasta ayer, la cosa no iba mal. Nos llevamos bien. Hablamos mucho. Nos ayudamos (la ayudo) en el trabajo pendiente…

Ayer mi compañera subió al despacho del jefe a pedirle las vacaciones de verano. Le pidió una quincena en agosto (que habíamos pactado), le pidió el viernes 11 de junio (que también habíamos hablado) y, ¡oh!, sin encomendarse a nadie, le pidió el próximo viernes 6… y me jodió viva.

Tras discutirlo con ella, me comentó que es que tenía dentista y que le iba a llamar a ver si le cambiaba la hora… que, por supuesto, no le cambió.

Le he dicho que me parece fatal. Que yo sí tenía planes y que el dentista le podía cambiar la hora, que para éso le paga (no siendo una emergencia, como es el caso).

El caso es que me he quedado sin tarde libre, así, por los wevs de mi compañera. Con un par.

Ahora la disyuntiva es si se la devuelvo o lo dejo estar. La segunda opción sería dura…. muy dura….

Hace falta tener morro.

  5 comments for “A navajazos en el curro

  1. Pato
    4 junio 2008 at 19:51

    Buenas,
    Estoy de acuerdo con Blanca, cuéntale lo dura que es la vida si todos los días váis a andar «a navajazos», y recuerdale que es posible que ella te dé a tí, pero recuerdale que tal vez donde tu la des, puede doler horrores. No creo que necesario estar a palos todo el día. Lo cierto es mientras escribo me estoy acordando de alguien parecido a tu «compi».
    Suerte con el lote y recuerda… hasta la victoria siempre.

    Salud.

  2. 4 junio 2008 at 12:24

    Creo que se la tendrías que devolver.

    Un abrazo

  3. 4 junio 2008 at 5:34

    Creo que deberías hablar clarito con ella. Sin enfadarte, sin exaltarte, pero siempre conviene blanquear las situaciones desde el principio. No te conviene llevarte mal con la persona que convive a tu lado en el trabajo, pero a las personas zorras hay que desenmascararlas y hacerles saber que no confiamos en ellas y que la vida es muy larga.

    Con fina ironía, ponte en tu sitio y que ella sepa que donde las dan las toman y que «al platu vendrás, arvellu…si non ye de joven, será de vieyu…»

  4. 3 junio 2008 at 21:57

    Pásame su teléfono, verás qué juerga: pienso llamarla todas y cada una de las noches de asueto que tenga. Va a desear volver al curro 🙂

  5. 3 junio 2008 at 20:29

    devuelvesela, pero elegantemente.

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