Otra ciudad es posible.

Ayer leyendo la desazón del hermano Montgolfier y la indignación de Don Antonio, pensaba en la ilusión que me hizo aprobar el programa electoral con el que nos presentamos al Ayuntamiento de Vitoria.

La presentación y votación fue anteayer, en asamblea extraordinaria y el programa se aprobó por unanimidad y con una ilusión inusitada.
Me gustó mucho la ponencia, a cargo de Patxi Lazcoz, candidato a alcalde, y también me gustaron mucho las intervenciones posteriores de Joana Madrigal y Óscar Rodríguez.

Vitoria es una ciudad fruto de la imaginación de algún que otro visionario (como el exalcalde Cuerda, en los años 80). Una ciudad en cuyo desarrollo urbanístico han primado las personas sobre los automóviles, donde se fomenta el uso de transportes públicos y alternativos, como la bicicleta. Una ciudad que tiene un centro cívico en cada barrio, con biblioteca, ludoteca, instalaciones deportivas diversas y con un programa de actividades culturales y deportivas abierto a los ciudadanos. La oferta de Guarderías municipales y Colegios públicos es amplia y de calidad…
Para quien venga de fuera (como es mi caso), es casi el paraíso…

Pero, para quien conoce esta ciudad y ha vivido en ella siempre, ha habido un estancamiento.

Creo que quien está al frente de un gobierno (sea del ámbito que sea) debe tener una visión de conjunto y de futuro.

Y ésa, precisamente, es la apuesta que hace el PSOE. Es un programa electoral basado en aportaciones ciudadanas (a través de campañas varias) y en la experiencia y vivencias como oposición municipal.

Se apuesta por la cultura, por el deporte, por el crecimiento sostenible, actuaciones puntuales y urgentes como el soterramiento del ferrocarril (que actualmente divide la ciudad en dos), la construcción de una estación intermodal.

La pregunta es ¿qué quieres que sea Vitoria dentro de 10 años? La respuesta es: quiero que siga siendo un referente en España y en Europa de modelo de calidad de vida para sus ciudadanos.

Con bolsillos transparentes, sin echar pestes del contrario, desde la igualdad, desde la solidaridad. Hacemos campaña ofreciendo una visión de futuro para tod@s l@s vitorian@s.

Y me lo creo. Y trabajaré en ello con ilusión.