Yo ya soy donante

Está descendiendo el número de transplantes realizados en España. El motivo no es otro que el descenso del número de donaciones de órganos.

Se calcula que por cada órgano donado hay tres receptores.

¿Para qué querrán los órganos las personas que ya se han muerto? ¿Es una cuestión religiosa? Si lo que pasa «a mejor vida» es el alma y no el cuerpo ¿No serían más útiles esos órganos en una persona que los necesita y salvar, así, su vida? ¿No es el mejor acto de amor?

Yo ya soy donante, ¿y tú?

  16 comments for “Yo ya soy donante

  1. fustigador
    6 septiembre 2007 at 9:22

    La disminucion de los organos para transplante no se suele deber a la falta de solidaridad, de hecho nuestro pais es que mas organos dona de todo el planeta.

    Hay que tener en cuenta que la gente cada vez vive mas y que la viabilidad de los organos depende mucho de la edad. Esta edad favorece enfermedades cronicas que hacen imposible utilizar ciertos organos.

    Otro punto es que muchos de los donantes de organos son personas que fallecen en accidentes de trafico, afortunadamente el numero de accidentes es cada vez menor. Si mueren 500 personas menos en la carretera, esto supone un monton de organos, cosa que explica facilmente esa disminucion en la estadistica.

    La alternativas a la extraccion de organos de personas fallecidas es extraer organos de personas vivas, se puede vivir con un solo riñon salvando a otra persona o se puede transplantar un trozo de higado. Aqui es mucho mas dificil ser solidario.

    Es bastante crudo, pero ha de morir una persona para que se puedan extraer sus organos y esa persona ha de estar sana.

  2. Leg
    6 septiembre 2007 at 6:43

    No me parece un acto de solidaridad tan grande, Maripuchi, dar algo cuando ya es inservible y no lo quieres para nada.

    Creo que el gesto de solidaridad por excelencia, como tú dices, es el de donar algo en vida, cuando tienes que pasar por mil molestias y por una operación, con sus riesgos, para quitarte algo que tal vez luego necesites no haber quitado. Eso sí.

    Donar sangre también lo considero más meritorio porque, como dicen por ahí, conlleva alguna molestia más, pero la verdad que por experiencia os digo que son pocas, y encima te hacen un análisis exahustivo de tu sangre y te envían los resultados a casa…

  3. Juan Cosaco
    5 septiembre 2007 at 21:40

    Hace mucho me enamoré de una chica; fue un flechazo; ella me rompió el corazón, pero su amiga me contó un secreto: el resto de mis órganos son válidos para donarlos; los corazones rotos se recuperan, como las vidas que puedes salvar, cuando ya no estás aquí.
    Han pasado 17 años, y mi tarjeta de donante sigue en la cartera.
    Salud!

  4. jose carlos
    5 septiembre 2007 at 20:36

    Es algo maravilloso poder dar lo que no necesitas para salvar una vida. Todos deberiamos de donar sangre. Un saludo.

  5. Maripuchi
    5 septiembre 2007 at 19:12

    Ruth, no caduca. Creo, más bien, que es algo testimonial, como apunta Itziar … Al final son tus familiares los que decicen por tí…

    No me sorprende que todos seamos donantes en este espacio. Pero sigue llamándome la atención el dato de la disminución general…

  6. Kanif Beruna
    5 septiembre 2007 at 19:05

    Soy donante de órganos desde los 18 y dono sangre siempre que mi presencia de ánimo me lo permite, pues el pinchazo me da mucha grima.
    Lo de donar sangre sí me parece un acto de generosidad, es desagradable, exige un desplazamiento, molestias… pero la donación de órganos creo que no tiene excusa. Al menos en mis creencias.
    No me parece siquiera un acto de generosidad. Es lo más sencillo y justo que podemos hacer por los demás.

  7. Ruth
    5 septiembre 2007 at 18:25

    Yo soy donante desde los trece años, creo (igual debería renovar mi «subscripción», ¿caduca la tarjeta?), y estoy pensando seriamente en hacerme donante de sangre, lo malo es que nunca encuentro las ganas y las agujas me dan un poco de yuyu.
    Yo tampoco entiendo la negativa a donar órganos. Será que los que se niegan tienen algo de egipcios y esperan cruzar al otro lado con todo su cuerpo intacto…

  8. ludwig
    5 septiembre 2007 at 17:36

    ¡ Que bien hablais todos!

    Este es el primer blog que visito donde todo el mundo se pone de acuerdo.

    Aunque todavía no me he hecho donante ,estoy de acuerdo con hacerme algún dia ,sobre todo movido por el ejemplo vuestro que os honra.

    Tienes razón Blanca, puede que los valores se estén perdiendo, por eso hace falta mas que nunca la asignatura de educación para la ciudadanía.

    ¡ Un saludo muy fuerte a todos !
    ¡ Os quiero !

  9. Jc
    5 septiembre 2007 at 15:27

    La verdad es que no puedo comprender que haya quien se niegue a la donación de órganos. Hace años que tengo el carnet de ALCER en el que certifico que aprovechen de mi cadaver todo lo que puedan. Al fin y al cabo, una vez muerto, ¿para qué coños lo quiero? Si eso puede servir para salvar una vida o ayudar a que la vida de otro sea mejor, ¿cabe alguna duda?

  10. Blanca
    5 septiembre 2007 at 12:50

    He repetido mucho, quizás hasta cansinamente, que la crisis de valores que actualmente se vive no solo en España, tiene que ver mucho con cualquier cosa de la vida.

    El estilo de vida imperante, individualismo feroz, ambición sin límites, exceso de amor por el consumo, negación del compromiso… enfín, eso que nos dan por arriba y por abajo desde la cultura imperante… la norteamericana, en series, películas, libros, nuevas «ideologías» políticas, liberalismo a ultranza… simplemente conduce a a la insolidaridad.

    España se distinguió siempre por ser el colectivo humano más generoso, con el mayor número de donantes mundial… ergo… si el número de donantes desciende es porque se está implantando en nuestra sociedad, mucho más de lo que yo creía, esa ausencia de valores, o su subversión… lo primero de antaño ha dejado de tener ese orden…

    Y yo me pregunto si en la educación de los futuros ciudadanos, algo que está tan cuestionado en estos momentos, no debe incidir sobre todo en este tipo de valores: generosidad, solidaridad, empatía, amor al prójimo… términos que no son de ninguna manera patrimonio de ninguna religión, sino del bagage que el género humano nunca debería olvidar.

  11. Itziar
    5 septiembre 2007 at 12:37

    Yo soy donante aunque no tengo el carnet, a mi me explicaron que es la familia, la persona directa la que decide en el momento si se dona o no, que el carnet de la asociación no tiene ningún alor legal, pero sí un valro simbólico ya que en casod e duda al familia sabe la opción del la falelcida. yo estoy totalmente a favor de la donación tanto de mis órganos como de los de mis familiares, mi madre pro ejemplo siempre a dicho que a ella le saquen todo y luego incinerar (si se puede), mi padre no dice nada, así que si nos encotramos en al situacióna lgún día donaríamos lo que nos pidieran. Creo que la donación de órganos aydua a sobrellevar el duelo, sobre todo en niños, hace poco leí que la madre dela niña muera pro amlos tratos en Cataluña había donado los órganos, y es que ahí sí que hay muchísima escasez proque al tasa de mortalidad infantil es baja, y al de bebés que mueren en condiciones que permitan la donación todavía menor.

  12. Maripuchi
    5 septiembre 2007 at 12:17

    Donar es dar vida a los demás cuando la tuya ya se ha ido. Me parece el gesto de solidaridad por excelencia.

    ¿Tendrá algo que ver la disminución en el número de donaciones con la crisis de solidaridad que tenemos en España?

    Leg, yo también he oído algún comentario del tipo que mencionas, pero se contestan por sí mismos … bueno, y el de los traficantes de órganos, no te quiero ni contar…

  13. Carmen
    5 septiembre 2007 at 11:15

    Yo también soy donante desde hace muchos años y ya he procurado comunicarlo a todo el mundo a mi alrededor incluso en el trabajo. No se si es un acto generoso pero se que es lo que debo hacer.

  14. Leg
    5 septiembre 2007 at 11:04

    Yo me hice donante hace muchos años, creo que tenía 17 o 18 por aquel entonces. Más o menos cuando empecé a donar sangre.
    Me preguntaban qué órganos quería donar, y me pareció absurdo elegir, así que los marqué todos.

    Desde entonces he tenido que oír unos cientos de millones de veces que si estoy loca, que luego entro en un hospital y ya no sé si voy a salir, que eso es una provocación para los traficantes de órganos, que ya tendré tiempo de dejarlo dicho en su momento…

    La verdad es que, en mi ignorancia, que es muy atrevida, yo nunca me he arrepentido.
    Y nunca he tenido miedo.

  15. Bernardo Muñoz
    5 septiembre 2007 at 8:52

    No sé si será un acto de amor pero sin duda es el más generoso que una persona puede hacer.

  16. Irka
    5 septiembre 2007 at 8:28

    Yo también soy donante. Imagino que es algo generacional. Mi familia y allegados lo saben desde hace mucho tiempo, y cuando yo recibí mi carnet, mi madre también se animó. Pero para mi padre es algo que le supera. Eso de que cuando «se vaya» su cuerpo no esté metidito en un agujero o hecho cenizas, le pone nervioso. Supongo que la mentalidad de la gente joven carece de esos condicionamientos.

    Ojalá esta entrada sirva para que al menos uno de tus lectores se anime.

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