Siempre sale el sol

Después de un año bastante aciago, llevo un par de semanas de subidón en subidón.
Es verdad que el agujero sigue ahí, pero, en cierto modo, la herida sangra menos y los pensamientos que me vienen a la mente a ese respecto son demasiado íntimos como para publicarlos.
Ha sido cuestión de dejar el tiempo pasar y dejarme mecer por las olas sin luchar contra ellas. Diez meses después, parece que las aguas vuelven poco a poco a su cauce.

Como soy un poco como Ballin Munson, creo que uno se fabrica su propia suerte y estoy recogiendo lo que he ido sembrando. Y mola todo. Y no solo mola porque al final terminas viendo el mundo de otro color, sino también porque te das cuenta de que eres tú la que has expandido el círculo y lo has ido tratando con mimo.

Tomar conciencia de ti misma y de tu entorno no es menor. Quizá por eso el tiempo parece que se detiene a veces y los días, semanas y meses se hacen eternos. Tu rutina lo suele invadir todo con su plácida comodidad, pero en estos momentos de ruptura, la comodidad muta y te desconcierta. Y te aferras a las pequeñas cotidianidades como un náufrago a su tabla para no ahogarte. Pero a lo que voy, creo que puedo decir que empiezo a ver salir el sol.

Y no sé si esta sensación seguirá mucho tiempo o no, pero de momento la disfruto.

Foto vía Swami Stream via photopin cc.

  1 comment for “Siempre sale el sol

  1. Inés
    31 enero 2015 at 20:33

    Yo también creo que recoges lo que siembras y que haces tu propia suerte el caso es insistir y insistir en lo que de verdad crees y en escuchar a tu corazón y que el amor es lo único que cuanto más das mas tienes.

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