Hace unas semanas la canciller alemana, Angela Merckel, dijo algo que le va a costar caro. Reconoció una deuda histórica con los judíos por el holocausto.
Ahora, los hijos y nietos de los judíos represaliados por condición durante la II Guerra Mundial, van a demandar a Alemania para que les pague tratamientos psiquiátricos.
Olé.
Yo que el colectivo gitano iría tomando nota. También se abre la puerta para que los indígenas del mundo reclamen a sus conquistadores y colonizadores. Mísmamente, sin marcharnos muy lejos de donde estamos, encontramos a miles de familias represaliadas por una cruenta guerra civil que trajo las consecuencias que trajo.
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Que valiente Ángela Merkel. Es el prototipo de política que yo desearía para la derecha de este país.
Todos deberían tomar nota de Alemania, que ha sido capaz a lo largo de su historia de lo peor, pero tambien de lo mejor, al expiar públicamente su culpa como pueblo, desde hace ya bastantes años… y que sigue teniendo capacidad para seguir sintiendo «culpa», lo que les honra.
Y aquí todavía hay dudas sobre la recuperación de la Memoria Histórica, que es lo menos que se puede hacer. Esperemos que llegue a tiempo en esta legislatura, al menos, sin ser tan pretenciosa, puede paliar el honor y la dignidad de los represaliados, muchos de los cuales ya no están entre nosotros.
Salud y República