Si hay algo a lo que tenía pavor era a los exámenes de matemáticas o a los de física. Siempre he sido un poquitín negada para estos temas, a lo que se añade que nunca he tenido un profesor que me las supiera explicar …
Estos exámenes corregidos no son míos, pero hubieran podido serlo de haber tenido yo ese reprís a la par que morro en aquella época.
De hecho, alguno de estos «ejercicios» son americanos. Supongo que alguien los ha traducido.
Eso no quiere decir que aquí la educación esté mucho mejor.
Un abrazo.
El que más me ha gustado:
six=6
Es magistral, a ese sí lo aprobaba yo.
Recuerdo que en los exámenes de literatura, cuando no sabía una fecha o un nombre lo escribía con una letra peor que la de un médico haciendo recetas borracho, a ver si conseguía crear en el profesor una duda razonable. 😉
Santo Cielo!, los guardas. Yo tenía amaestrados los libros y libretas, me seguían 10 pasos detrás de mi mismidad. Tremendo, recuerdo el sufrimiento.
A mí también me gusta animal, de hecho lo utilicé como metáfora en un post de mi otro blog para criticar que los profes deberían ser más claros en los enunciados de lo que lo son a veces, especialmente los de carreras técnicas que se piensan que cualquier frase vale. Hay algún caso que he visto similar a lo de «hallar x» pero hecho sin malicia por el alumno, que es para alucinar de sutileza. Siento no poder explicarlo porque era demasiado técnico, pero vamos, lo mismo.
Un alumno de un colegio leonés escribía hace ya muchos años del modo siguiente el nombre del país de los faraones:
«He jicto.» Y se quedó tan ancho, como si hubiera puesto una pica en Flandes…
Yo voto por lo de «hallar x». Es de una sutileza brutal…
Como profesor de Matemáticas, tengo que decir que alguna vez algún alumno ha cometido erroes parecidos, aunque yo intento adelantarme previniéndolos, no siempre lo consigo.
Garib esperamos ansiosos anécdotas, si me acuerdo yo de alguna os las contaré.
Muy bueno, siempre me han gustado los gazapos escolares, recuerdo que en el cole teníamos un profesor (Don Jesus) que a veces nos deleitaba contándonos gazapos que el había conocido a lo largo de su carrera, esos son los buenos momentos que me gusta recordar de él, los demás mejor olvidarlos.
Hoy voy a todo trapo, tenemos reunión en la agrupación, pero no, no es para elegir los delegados, es para hacer balance municipal. Cristina Narbona nos ha escrito una carta animándonos a elegir nuestros delegados, pero no nos dice que hacer cuando ya están elegidos de antemano.
Un abrazo.
Garib, no te prives…
Corrigiendo exámenes encuentras de todo. Hace poco un alumno, muy ocurrente él, no sabía contestar una pregunta y le dio por corregir un castellanismo del enunciado (estaba en catalán). Quedo simpático, el único problema es que pilló un corrector que se lleva muy bien con la lengua y le cazó al alumno ortodoxo del lenguaje dos errores gramaticales de bulto en su propio texto.
Estos son ejemplos como dide rafa de gente que pìensa, pero los que llenan un examen de «giros desesperados» como dice Maite, me matan. Algunos van tan perdidos que no se dan cuenta de que hacen un ridículo espantoso, que más valdría no entregar nada. Aunque la sensación que me da corrigiendo no es esa, es de impotencia, algo de culpa tendremos nosotros en tener personajes tan perdidos andando por la uni.
Igual os cuento algún día anécdotas de copias de examen.
A mi, en el examen de Preu me cayeron las «ecuaciones diofánticas». Pensé que era una broma porque jamás de los jamases había escuchado semejante palabro…
Aún hoy no sé que corno es eso…
Ah, por cierto, lo aprobé… no por esas ecuaciones, claro…
Buenísimo. Vaya morro. El tener esa caradura y ese impronto para salir adelante merecería, no sé si un aprobado, al menos una charleta personal. Sin duda, malos en matemáticas pero gente interesante que piensa y no se corta.
Salud y República
Para mi las mates estaban chupas, pavor al examen teorico de conducir menos mal que he aprobado y me lo quite de encima el lunes
Voto por el de «expandir», el tio hubiera podido seguir expandiendo en toda la hoja. Buenisimo, prima.
Me encanta el del 5 infinito, no lo puedo evitar, cada vez que lo veo me da la risa…me hace recordar algun que otro «giro» desesperado que he llegado a hacer en algun examen de COU jajajaja
Maite