Lo que ni se puede, ni se debe…

A partir de ahora, hay que «corregir razonable y moderadamente» a los hijos. Reprenderles «con respeto a su integridad física y psicológica«.

Como tengo dos menores (muy menores) en casa, sé de lo que son capaces estas personillas diminutas. De lo mejor y también de lo peor. No vamos a hablar aquí de lo mejor, sino de cuando nos sacan de quicio, de cuando se portan mal y no sabemos ya qué hacer con ellos.

He leído mucho sobre educar niños. A diferentes autores. Todos coinciden en que el cachete famoso no conduce a nada bueno. En el mejor de los casos, para que el padre-madre se desahogue momentáneamente, porque luego le queda un sentimiento de culpa terrible y una desazón incurable.

(Doy fe de esto último porque, lamentablemente, alguna vez se me ha escapado alguna ñalgada).

Niña+bofetón Yo tuve un profesor (muy bueno, por cierto), cuyo hijo, que iba a mi clase, apareció un día de la misma guisa que esta niña…

Ésto es una barbaridad. Si se lo hubiera hecho a un adulto y éste le hubiera denunciado, seguramente hubiera tenido que darle explicaciones al señor juez…

Probablemente estos niños, si los bofetones son continuados, quedarán marcados para siempre, pero no físicamente sino de una manera mucho peor, dañando su psicología y su autoestima para siempre.

¿Quién no ha oído estas frases? «Si lloras así, no te va a querer nadie…» «Cuando lloras así, pareces una niña.» «No vas a conseguir nada en la vida…» …

Pues pensad si os estuvieran diciendo a vosotros, adultos, contínuamente frases por el estilo las personas que más quereis, vuestros referentes en la vida, vuestras parejas, vuestros mejores amigos ¿no os sentiríais mal con vosotros mismos?

Es difícil. Lo sé. Mantener la calma en un momento de salchucho es lo más complicado que hay. O en un momento de desafío, que es peor.

La práctica me ha demostrado que contar hasta diez (hasta veinte, treinta o trescientos) es lo más útil. Explicar al niño que lo que sea que haya hecho no está bien, ponerle un rato a pensar en el «rincón de pensar«. Volverle a llevar al rincón de pensar si se mueve… Castigarle con cosas moderadas y adecuadas a su edad… Para un niño, por ejemplo, de dos años, un día es la vida entera … una semana es el fin del mundo… Un día o dos sin Lunnis puede servir perfectamente para que un niño entienda que una conducta no es buena y que si la repite, habrá una consecuencia tangible para él. Esto no afecta a la autoestima del niño.

Con todo este rollo macabeo, quiero dejar clara mi postura ante el maltrato infantil, pero no sólo ante el fisico, sino ante el psicológico, que, como en el caso de la violencia machista, muchas veces, es peor y anula a las personas.

  15 comments for “Lo que ni se puede, ni se debe…

  1. 23 diciembre 2007 at 19:17

    No hace falta contar hasta 10, de verdad, basta contar hasta tres. Lo importante no es el tiempo para pensarlo sino el cortar la acción-reacción. Con 1, 2, 3 segundos es suficiente. Y si piensas que no te vas a controlar, sal tú, haz un «tiempo fuera», es muy facil en realidad. Lo que pasa es que nos gusta a ser víctimas y verdugos (así es el mundo que nos toca vivir). Y en esto está la globalización, la represión-acción-represión-acción, el «si noe stás conmigo estás contra mi» que tan bien supo instalar Azanr en las conciencias de millones de epersonas.
    Jamás es necesaria una bofetada a un niño (excepto en legítima defensa, que pudiera darse, no lo dudo), tenemso miles de recursos antes que dicha acción violenta.
    Un abrazo a todos/as.
    Juan

  2. 22 diciembre 2007 at 9:34

    Quizás me he explicado mal. El trabajo educativo no termina jamás … ni en la adolescencia… pues uno, de adulto, sigue aprendiendo…
    A lo que yo me refiero es a las bases, que sí se sientan en la infancia… si me estiras, en la primera infancia…

    Educar un hijo es el trabajo más complicado que hay en la vida, créeme. Y lo único que genera la violencia, es más violencia.

  3. paul denton
    22 diciembre 2007 at 9:09

    no te ofendas pero discrepo contigo… la educacion no termina en la infancia, sino que continau en la adolescencia, desde luego parte de la personalidad se desarrolla durante la adolescencia. asi que el trabajo no ha terminado en la niñez.. y lo cierto, es que no puedo hablar como padre si puedo hablar como persona que ha perdido a amigos formales, que dejaron de serlo a partir de la adolescencia y juventud(segun creo yo por que se juntaron con malas compañias mss que por errores de sus padres) obviamente la educacion del adolescente es algo muy complicado, por una parte tienes que empezas a dejar que se solucione los problemas el solo , por otra..debes de evitar que caiga en malas compañias pues en esas edades es cuando puede caer en las drogas como la cocaina etc etc.

  4. 22 diciembre 2007 at 8:09

    He visto el vídeo. El juez es simpático y tiene un discurso muy ameno, pero discrepo. La educación de un hijo va más allá de uno o dos artículos del código civil…

    Este hombre habla de adolescentes.
    ¿Quién pega a un hijo adolescente? El niño ha de estar educado ya mucho antes de llegar a la adolescencia… si no, pasa lo que pasa…

  5. paul denton
    22 diciembre 2007 at 0:13

    este es un video de emilio catalayud un famoso juez de menores famoso por sus sentencias que habla de lo hoy .. no creo que este tan facil… lo que han hecho hoy.. hay cosas bonitas.. pero bueno…
    un saludo
    bueno supongo que podre opinar mejor cuando sea padre.

  6. 21 diciembre 2007 at 22:45

    La decisión de excluir el «cachete» del código civil pretende evitar que, ante un niño apaleado, alguien alegue jurídicamente el derecho a reprender a un hijo.

    Todos daremos una nalgada, posiblemente mal dada, pero el que llegue a los tribunales por maltrato no tendrá excusa legal. Esa es la intención del cambio legislativo. Que ningún maltratador tenga agarraderas. Ningún buen padre/madre tendrá problemas por un meneo.

    Maripuchi, un abrazo, un buen año, y mucha felicidad a ti y a tu familia, tan bien llevada. (Seguro que a trancas y barrancas)

  7. Irka
    21 diciembre 2007 at 15:17

    Chapeau, mami. SUscribo totalmente lo escrito. Y felices fiestas!

  8. 21 diciembre 2007 at 15:02

    Y si uno de izquierdas da hostias a los hijos… ¿qué es? ¿ser un buen conservador, de los de toda la vida?

    Es que hay que joderse, vamos.

  9. 21 diciembre 2007 at 15:01

    O sea, que no dar hostias a los hijos ¿es demagogia de izquierdas?… yo flipo…

  10. 21 diciembre 2007 at 14:03

    ¿Demagogia de izquierdas? ¿Maltrato psicológico es demagogia de izquierdas?
    Pues, no es por nada, pero casi prefiero que sea la vida la que me de las ostias.

  11. asdfg
    21 diciembre 2007 at 13:32

    si el cachete no te lo da tu padre.. te lo dara la vida…
    todos hemos conocido al tipico chaval… que sabiamos que un dia iban a recibir ostias…precisamente por que su padre… nunca le dio ni un caquete.. por suspuesta.. esto es la tipica demagogia de izquierdas.. confundir un o dos cachetes… que pueda dar un padre..
    pero vamos prefiero que la ostia la de un padre.. a que la de lavida..
    venga fomentar batacazos..

  12. 21 diciembre 2007 at 12:57

    Maripuchi, solo quería desearte unas felices fiestas y un próspero año. Que disfrutes de los tuyos. Lo mismo para todos tus lectores.

    Me encanta tu nueva página, con dominio propio y todo. Por cierto, te debo un meme (ya me excusé en mi blog). Con retraso, pero lo publicaré.

    Besos!

  13. 21 diciembre 2007 at 8:41

    Al menos el hijo de tu profesor tuvo «suerte» y «solo» apareció un dia con una marca. yo tenia que ocultar sistematicamente los arañazos de mi madre, decir que eran demi hermano pequeño (no se lo creia ni dios) y aguantar comentarios como esosy mucho peores.-

  14. 20 diciembre 2007 at 23:16

    De todo lo que escribes, que suscribo, se deduce lo difícil que es educar a nuestros hijos. Cuando son pequeños porque son pequeños, cuando adolescentes porque las hormonas revolotean demasiado, cuando son mayores porque ya tal vez sea tarde. Y lo mejor, nadie nos prepara para ese reto. Lo aprendemos de lo que vivimos, vemos,leemos…

    Raúl lo dice muy bien, la solución hablar; aunque sea casi imposible hablar. Hablar es tambien escuchar.

    Saludos

  15. 20 diciembre 2007 at 20:38

    Amiga Maripuchi, el problema principal es que hay gente que no está capacitada para educar niños. Una persona como tú, que lo quiere hacer bien y sabe que el fin es educar a las personitas que más quiere, en poco se puede equivocar.
    Yo en eso de educar niños empecé pronto y en cierta forma he crecido y madurado con mi hija, de ahí la complicidad que tenemos ,pero a pesar de ser jóvenes eramos conscientes de que la formación de esa futura adulta estaba en juego. Hay que hablar siempre, cuando son pequeños, cuando son adolescentes y cuando son adultos (y a ser posible participar en ese dialogo los dos padres).

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