Uniformes escolares

Todos los años por estas (u otras) fechas llega la pregunta del millón: ¿uniformamos o no uniformamos estudiantes?

Mi respuesta es no y las tres razones fundamentales son:

  • Económicas.

Entre otras cosas porque la extendida creencia que la uniformidad es más barata que la ropa «de calle» es radicalmente falsa.
Un uniforme de colegio con su pantalón (o falda), su camiseta, camisa o polo, su jersey o chaqueta, etc no cuesta menos de 60 euros (tirando por lo bajo). Si sólo un equipamiento deportivo (osea un chándal de toda la vida) ya está costando esta cantidad…
Quizá para los niños más mayores o para los de secundaria, sólo es necesario tener dos juegos, pero para los pequeñitos, con dos no se tiene ni para empezar. Mínimo cuatro… que hay que lavar la ropa y plancharla…
La ropa de los niños suele ser, en comparación, muy cara con respecto a la de los adultos. Aún así, no es difícil encontrar en tiendas varias (H&M, Zara, Carrefour, etc) trapillos apañados que, en conjunto, no superan los 25-30 euros. Desde luego, en cuestión de chándal, hasta uno de Benetton de coloritos (y con el mejor algodón del mercado) nos sale más económico que los que suelen ofertar como panacea para madres y padres en cuestión de ahorro… Yo creo que aquí hay negocio oculto…

  • Otra cuestión es la igualdad.

Bien, aceptamos uniformidad… pero las niñas podrán ir con pantalones, igual que sus compañeros varones… Que ya está bien de esos modelos arcáicos y monjiles de uniformes «atemporales» horrendos. Si las mujeres, mayoritariamente vestimos con pantalón ¿por qué los uniformes de niña son con falda?

  • Marquitis (aka pijismo).

Otra de las teorías que esgrimen los defensores de la uniformidad escolar es que se evita el «pijismo», esto es, que al llegar a la adolescencia (y ya, antes) los niños hagan campeonatos de a ver quién lleva más marcas puestas y se pula el sueldo de sus progenitores en deportivas u otras enseñas pijosociales.

Bueno, siempre ha habido (lamentablemente) clases… y, de seguir así, siempre las habrá. Si unos padres no tienen para zapatillas de marca, tendrán que enseñarle a sus hijos el valor justo de las cosas. Básicamente, porque la vida es así.

Uniformando a los niños no se consigue evitar estos campeonatos. No sé cómo se las apañan, pero los pijos siempre lucirán alguna marca (pese al uniforme) y los que no lo son, en esos tiempos pueriles, siempre querrán más y más.

El fenómeno marcas no es nuevo. En mis tiempos escolares ya existía. Estaba de moda llevar Levis 501, jerseys de Privata e incipientemente, zapatos Camper.

Al final: vaqueros, jersey y calzado cómodo. ¿No son en sí mismos un uniforme?

¿Os habéis paseado alguna vez por una zona de marcha de la juventud? ¿No van todos iguales?

Solo que en mis tiempos, primábamos la comodidad y ahora llevan unos tacones de aguja que no auguran un buen futuro ni a los pies ni a las espaldas… pero ya crecerán, ya… que la adolescencia, afortunadamente, sólo dura unos pocos años…

  7 comments for “Uniformes escolares

  1. we
    2 septiembre 2008 at 9:54

    no todos opinan como tu, y otra gente puede tener otros datos y otra razones.. cada padre es que debe decidir que tipo de educación es mas acorde para su hijo.
    a fin de cuenta… no todos los niños son iguales, ni sus padres.. ni sus entornos..

  2. 2 junio 2008 at 10:13

    Estoy con Mercé

    El uniforme es mucho más cómodo. Ahorras una pasta en ropa y zapatos, la cría no tiene que elegir cada día su modelito -a la mía, que tiene 8 años, no se le contenta con lo de preparar su look la noche anterior- y la marquitis queda reservada a las zapatillas de deporte.

    Más me preocupa la pijería de los papás, que es de la que beben los retoños. Los inmunes a este mal, de una forma u otra sabemos transmitir estos valores a nuestros hijos.

  3. 2 junio 2008 at 8:17

    Cuando hay gimnasia dos días a la semana, y extra de fútbol otros dos, casi todos los días van de chandal. A final, sí parece un uniforme.

    El argumento de la igualdad es una chorrada. El mundo es desigual. Cuanto antes lo aprendan mejor. Soy capaz de explicar (estoy obligado a explicar) a un hijo por qué no me gasto el sueldo en ropa de marca. Y, lo que es mejor, mis hijos son capaces de entenderlo.

  4. 2 junio 2008 at 7:19

    Um, no sé… yo elegía de víspera la ropa del día siguiente y no había dramas. Repito que al cole todo el mundo va con uniforme: vaqueros… camisetas… De más mayorcita, tardaba más en elegir el modelo de vaquero y de camiseta, pero lo hacía de mi tiempo…
    Todo es enseñable en la vida… ¿no?

  5. 2 junio 2008 at 7:18

    Se ha cortado, sigo:
    Creo que sí es bueno que no haya distinciones en el colegio y que vayan todos iguales, eso no les crea ningun problema de identidad, ya que luego, visten como quieren. Al fin y al cabo al colegio van todos a lo mismo, a estudiar. En cualquier caso pienso que el tema del uniforme hay que verlo desde un punto de vista práctico. Y en cuanto al tema económico, sí supone un ahorro, porque la ropa «normal» te dura mucho más.

  6. 2 junio 2008 at 7:13

    Lo del uniforme tiene ventajas y desventajas, pero a efectos prácticos es comodísimo. Imagínate una niña de ocho años eligiendo cada día la ropa que quiere ponerse…
    Por otro lado, yo sí creo

  7. 2 junio 2008 at 6:58

    A mi eso de que lleven uniformes lo que me parece es una tremenda tontería y que si, hay/había negocio detrás, por que solo puedes ir a unas/una tienda determinada que te marca el colegio.
    Otra razon que dan a favor del uniforme es que asi se evitan los escotazos, los tangas sobaqueros y los pantalones con la cinturilla a la altura de salva sea la zona. En estos casos, _tampoco_ se puede evitar, por que siempre habrá niñas que se pongan el bajo de la falda por los sobaquillos, y quien se las apañe para llevar la camiseta enseñando todo.

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