Mujeres amigas

boomp3.com

Todas y todos hemos oído alguna vez eso de que las mujeres entre nosotras somos malas, y que nuestras relaciones son menos limpias que las relaciones entre hombres. Que somos envidiosas, liantas y competitivas entre nosotras. He oído a muchas mujeres decir que tienen mas amigos hombres que mujeres, incluso que lo prefieren. Yo misma, solía pensar así. Cuanto mas tradicional es el pensamiento de la persona, con más energía defiende esta idea.

(Hay veces que lo que lees en casa ajena es necesario publicarlo en la propia. Gracias a Caótica por este post.)

  9 comments for “Mujeres amigas

  1. 15 junio 2008 at 13:07

    ¿que las mujeres somos malas entre nosotras? Sera que entre nosotras somos sinceras y eso para un hombre tradicional o tradicionalista es equivalente a maldad. Nosotras sabemos si a la moza que vemos caminar le roza un zapato o se ha pasado con el rimmel y lo decimos por que lo vemos y por que no hay razon para ocultarlo (y si se puede, echale una mano); igual que ellos ven si a ese mozo que ven caminando le rozan los gayumbos o se le ha roto la junta de la trocola del coche, pero algunos prefieren callar y esconder, vaya a ser que haya que tenderle la mano al projimo. Y ojo, digo a algunos, que esto tambien pasa con algunas (las menos creo yo)y en general con personas que viven de hacerle daño al projimo por que son tan pobres que nada mas tienen en la vida.-

  2. 14 junio 2008 at 12:20

    Lo que hace falta es ser machista, que es lo que es Guerra. Por desgracia, el machismo está repartido a derecha y a izquierda, todos tiemblan cuando ven tambalearse los cimientos de su poder y saben que el lenguaje y esas cualidades con las que nos «adornan» para descalificarnos y que van desde la mujer como objeto de pecado de los curas hasta este tipo de manifestaciones de Guerra, para mí lo que dijo ayer refiriéndose no sólo a la palabrita sino, lo peor, a las maltratadas me definió lo que es Guerra: UN PEDAZO MACHISTA COMO LA COPA DE UN PINO

  3. 14 junio 2008 at 11:22

    Yo soy profe, y mi clase de 2º de Bachillerato eran 12 alumnos, y sólo dos eran hombres, y muchas veces yo hacía el comentario de ‘voy a dar clases a mis niñas’ y alguno se me quedaba mirando pensando … bueno casi mejor no decirlo.

    Pero, en algo tan facil y que ya esta convertido el masculino en femenino, o al reves, el utilizar el femenino por ser mayoría, y en este caso aplastante, aún sigue sonando mal, casi como para intentar varonizar o hembrizar (:P) algunas otras palabras.

  4. 14 junio 2008 at 11:03

    Bueno, pues como yo tengo la vena feminista a flor de piel todos los días de mi vida, y Maripuchi me lo está poniendo a huevo para largar, pues largo:
    1-, La entrada de Caótica es una pasada, o un pasote, como quieran verlo. De buena, digo, no vaya a ser que algunos/os/os/os piensen que la quiero poner por los suelos. Así que, por mi parte, esta pedazo de mujer queda felicitada.

    2- el «crusaito», vale, me dejo de hostias… Esto es más de lo mismo. A mí me sigue pareciendo, como en el lenguaje, una cuestión más socio-cultural que otra cosa. Hace años, (gracias al dios que no existe), ya no, las mujeres quedábamos relegadas a «buscar partido», y no precisamente de fútbol, no, sino a encontrar un buen marido que trajera dinero a casa para que nosotras nos pudiéramos realizar como buenas, honestas, y perfectas amas de casa… La educación machista, malsana, y malnacida, nos decía que si no «agarrábamos» bien a ese hombre, otra «pelandusca» vendría a robarnos a nuestro «buen partido». Y los hombres, muy halagados y muy cómodos ellos, no soltaban prenda y se dejaban querer por la primera «gilipollas» de turno: La más mona, simpática, mejor cocinera, futura madre y mujer «de buen hacer», se quedaba con el mejor partido. Y es más, para ellos, con su mente fácil pero cabrona, todo se reducía a pensar que entre las mujeres sólo había rivalidad. Conclusión: ellos quedaban en el papel que siempre les ha correspondido: el de sexo predominante y arrogante.

    3- Culpa: Estoy hasta los mismísimos ovarios de que parezca que la culpa es siempre de las mujeres.
    ¡PUES VA A SER QUE NO!
    Como he dicho en el punto 2, es una cuestión meramente socio-cultural. Tanto nosotras como ellos estamos aprendendiendo a desarraigarnos de ciertos roles que no hacen más que joder la convivencia entre mujeres y hombres. Y lo estamos/ y lo están, consiguiendo. Poco a poco, que aún queda muchísimo camino. Pero espero que cuando mis hijas sean mayores toda esta mierda esté a punto de erradicarse.

    4- Tengo casi el mismo número de amigas que de amigos. Evidentemente no por la razón que he citado en los puntos anteriores. Simplemente se ha dado el caso. Pero he de decir que entre mi relación con los dos sexos dista un matiz muy sutil, pero que como mujer noto:

    Con mis amigas tengo una relación sincera, de esas en las que me puedo esplayar como me de la gana, tanto es positiva como negativamente. Y me entrego por completo porque sé que voy a ser comprendida y consolada como me merezco.

    Con mis amigos también tengo una relación de verdad. Pero al final nunca se acaba dando una interlocución sana, porque la que más escucha, consuela y aconseja, soy yo, y para madre ya tengo dos hijas como dos soles, ¡qué coño!

    Sin acritud. No lo digo desde el rencor, ni mucho menos, sino desde esa interacción conciliadora que no existe pero de la que se habla.

    Buen día.

  5. Nis
    14 junio 2008 at 10:51

    Gracias maripuchi por leerme!

  6. 14 junio 2008 at 10:33

    Comadrón suena de puta madre jajajajajajajaja
    Si ayer tengo a Guerra delante le doy dos yoyas. Hace falta ser imbécil para decir lo que dijo…

  7. 14 junio 2008 at 10:23

    El sistema patriarcal siempre ha tenido miedo de las mujeres. Si nos reunimos somos un aquellarre -todas brujas-, si no nos reunimos es porque somos malas entre nosotras, envidiosas y liantas (¿liantas sí se puede decir?, ¿no es liante?), no se nos puede ofrecer amistad porque no somos nobles ni sabemos lo que es es eso, en fin…

    En cambio, bien que sabemos nosotras que una amiga es el bien más preciado, que una reunión entre nosotras puede ser una de las cosas más gratificantes de esta vida, y bien sabemos que por habernos reunido, manifestado y luchado hemos llegado hasta aquí. Hasta miembras. Y lo que queda, chicas¡

    Yo también tengo la vena feminista a flor de piel estos días, estoy alucinada de la polvareda que ha levantado una palabra que cada vez suena mejor, al menos, mejor que comadrón, que sí está en la RAE, y nadie ha dicho nada. ¡Cómi si comadrón sonara bien!

    Un besazo, preciosa, lo que está claro es que aún nos queda mucho por pelear, y ya no sólo la derecha -por supuesto- sino entre la izquierda, que hay mucho machista suelto por ahí…

  8. 14 junio 2008 at 9:53

    No hay diferencias entre niños y niñas más allá de que tienen procesos madurativos distintos. Yo misma tengo la prueba en casa: ella es muuuuuuucho más madura de lo que era él a su edad. Él es muuuuuuuuuuucho más sensible que ella. Ellos son brutos y bestias y animales, como corresponde a dos lebreles de su edad criados en libertad de género: a los dos les gustan los garajes, los coches y los balones. A ninguno les ha dado por los peluches…

  9. 14 junio 2008 at 9:48

    Curiosamente, ¿quién dice estas cosas? Los hombres, y nos lo repiten tanto que al final acabamos creyéndonoslo. ¿Has oído alguna vez a una mujer «moderna» (léase madre trabajadora, o empresaria, o independiente en cualquier sentido) decir algo así? Yo no. Y estoy agotada de oír «las niñas son más venenosillas que los niños, esos son bichos, pero no malos: las niñas son malas». Así nos va.
    Me encantan los posts que estás poniendo estos días, Maripuchi. Tengo la vena feminista a flor de piel.

Comments are closed.

Additional comments powered by BackType