Turismo de bocadillo

No hace demasiado tiempo que ví (que no entré) Benidorm por primera vez. Divisé sus rascacielos desde la autopista y quedé horrorizada con lo que ví: un maremágnum de ladrillo que no invitaba para nada a entrar.


Ésto debe ser, por supuesto, una apreciación mía, porque Benidorm, año tras año, sigue recibiendo a cientos de miles de turistas en busca de sus vacaciones perfectas: sol, playa y una, más o menos maja, oferta de ocio. Según su publicidad, las mejores playas del mundo, por la finura de su arena…

Recuerdo cuando tenía pasta para viajar y me iba de vacaciones a la República Dominicana o a Maldivas, que no faltaba gente que me decía que en España había mejores playas … ¿Estarían pensando en Benidorm?
(Por no hablar de otras playas que no conozco, absolutamente vírgenes y con arena finafinísima en África, Asia, Oceanía o América)

El caso es que leo en EL PAIS que los visitantes están conteniendo el gasto. Esto es: se alquilan un apartamento o se van de hotel, pero luego, se comen un bocata de chopped y apenas hacen gasto en la ciudad (con esa maravillosa y nunca suficientemente ponderada oferta de ocio).

Y digo yo, para sol y playa y bocata de mortadela, ¿no les compensará más ir a otra zona donde los rascacielos no hagan sombra?

Es que si a Benidorm le quito lo único que no le puedo criticar (aunque a mí, ese ocio me repatee cien veces en salva sea la parte), ¿qué le queda?

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  10 comments for “Turismo de bocadillo

  1. 1
    25 agosto 2007 at 9:45

    Sobre turismo de bocadillo, hay un magnífico sketch de Vaya Semanita… El colonialismo vasco, o algo así, se llama, y habla sobre las playas cántabras… Muy divertido. Supongo que lo podréis encontrar en Youtube.

  2. Bernardo Muñoz
    22 agosto 2007 at 8:24

    Me niego a decir cuales son mis paraísos particulares en un foro público, por puro temor a que dejen de serlo.
    A mí ya me está bienque exista Benidorm, Salou o Rosas. Y cuanta más gente quepa mejor. Aunque no comparta el gusto, soy férreo defensor del turismo asequible y de masas. Además, así nos dejan más espacio al resto

  3. Dardo
    21 agosto 2007 at 23:13

    Es la democrática pachanga. ¿Desde cuando la muchedumbre ha podido cohonestarse con el buen gusto?.

    Lo que sí que es más cierto, es que la gran parte de este país sigue sin viajar en verano. Me creo que esa muchedumbre ruidosa, estomagante, ordinaria, hortera y zafia es una sonora minoría que sojuzga a los demás.

    Ahora estamos de «Feria» en Almería (al igual que la Marijaya en Bilbao). Hace unos años teníamos que padecer hasta las meadas y las cagadas de los equinos. No, no; no me refiero a que la Corporación municipal hiciera esos menesteres. ¡Hasta tanto no ha llegado el pitorreo con los ciudadanos!. Me refiero a que los visitantes feriados se acercaban con sus caballos a los chiringuitos con viandas y demás pitanza grosera en los mostradores; pues bien. Veíamos defecar al caballo a 20 cm. de los platos. ¡Viva la pachanga!.

  4. Adivagar
    21 agosto 2007 at 13:06

    Estoy con Gracchus, la costa entre Cádiz y Tarifa tiene rincones que con una maravilla. Dignos de conocerse, pero lo diré en voz bajita para que no me escuchen en Madrid…

    Un saludo. Yo sigo de vacaciones, esta tarde estaré en la playa de Bolonia, a los pies de las ruínas de Baelo Claudia… Un lugar con mucho encanto. Tiene unos atardeceres espectaculares.

  5. Gracchus Babeuf
    21 agosto 2007 at 11:51

    Bolonia, Zahara, Trafalgar.

  6. El Hermano Montgolfier
    21 agosto 2007 at 9:41

    Yo les recomendaría las playas que más conozco, las de Huelva y el Algarve portugués. En Huelva, particularmente conozco (aparte de otras) Punta Umbría, donde existe una playa absolutamente recomendable que localmente se conoce como «el Calé», y va desde los últimos edificios de Punta Umbría hasta el Portíl. Es una maravilla libre de edifícios y de varios kilómetros.

    En el Algarve pueden encontrarse muchas calas entre los acantilados semivacías y también con una arena finísima (por ejemplo en Sagres, o en Lagos).

    Todo es cuestión de buscar un poco, no hace falta salir de la peninsula.

  7. Blanca
    21 agosto 2007 at 9:39

    A la gente le gusta mucho el barullo, o no lo sabes ya… a todo el mundo le encanta ir a pasear a los centros comerciales, llenos de gentío… y los que van a Benidorm, aunque coman el bocata de mortadela, les encanta estar rodeados de gente, mucha a ser posible, que coman al lado de ellos… pasear por calles llenas de terraza, mirar y ser mirados…

    A ti te cuesta trabajo participar de ese tipo de ocio, a mi tambien, pero a la mayoría no, niñina, les va el barullo…

  8. Maripuchi
    21 agosto 2007 at 9:35

    Ya ya, que hay gente que sólo quiere sol y playa ya lo sé yo … Pero si sólo quieres sol y playa ¿por qué Benidorm?
    Es que parece ser que los hosteleros se quejan de que esta gente no gasta en bares de bakalao tampoco … por éso no entiendo nada de nada…

  9. Milagrinos
    21 agosto 2007 at 9:07

    Quiero añadir que seguramente en otra epoca era una zona preciosa, con pueblecito de pescadores y esas cosas (segun contaba mi madre) y posiblemente haya gente que tiene casas en las afueras que esten bien. Manolo Escobar no?

  10. Milagrinos
    21 agosto 2007 at 9:06

    Maripuchi, hay un tipo de turismo que busca solo sol para broncearse, da igual si la playa es bonita o no, y bares y discotecas y sitios donde cogerse la gran tarrasca todas las noches. Si el entorno es bonito o no, les es totalmente indiferente. Solo quieren salir, pasar calor, ligarse a algun estupendo/a, y pa casa a contar batallitas. Yo he estado algunas veces, tenia un amigo que trabajaba alli y otro año estuve en Calpe con amigos y fuimos hasta Benidorm y en fin… aparte de discotecas y bares de bakalao, vi poco mas.

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