¿Tan difícil es…?

Hace ya unos días que, liándome la manta a la cabeza, decidí mandar a esparragar a la jeta, a la bruja, a la trepa y a todas las demás aves que poblaban la empresa donde trabajaba.

En los tiempos que corren, puedo asegurar que no fue una decisión fácil. Hace muchos años ya que no trabajo por placer. No me cuesta trabajo madrugar; es más, lo hago por devoción bloguera a diario. Sin embargo, se me pone un nudo en la boca del estómago cuando pienso en las horas que tengo por delante en el día y la «pérdida de tiempo» intelectual que me supone pasar ocho horas laborando, de las cuales, estaba por lo menos tres, mano sobre mano.

Ni mi responsable directo (al cual informé personalmente de que necesitaba que me diera más trabajo, con la consiguiente «bronca» por parte de media oficina, que vive más a gusto tocándose la bandurria), ni el gerente le debieron dar importancia a mis peticiones, que ya se dieron antes del verano… y, entrado septiembre, seguía haciendo el mismo trabajo que el que ya había hecho en 1996 cuando inicié mis pasos en el mundo laboral y, además, sobrándome tres horas al día para zascandilear. 

Así las cosas, cuando Avon llamó a mi puerta a mediados de mes, poco tuve que pensar el tirarme a la piscina. Fue gracioso ver las bocas en O de la panda de arpías que no se terminaban de creer que nadie pudiera irse por su propia voluntad de semejante lupanar. Las dejé con el pecho henchido de orgullo, como sintiéndose vencedoras de una batalla silenciosa. Craso error de novata y de todo lo demás.

Mi jefe me preguntó si me iba a un puesto similar. ¿Se habrá leído mi currículum? Para irme a un puesto similar no me voy. No tengo ningún problema con aguantar a zorras envidiosas. Es más, tengo el culo pelao de hacerlo, que ya no soy una niña.

Las perspectivas eran buenas. Estaba rodeada de tal cutrerío que casi cualquier cosa iba a ser mejor… y lo fue. Mi primer día, tras un repaso somero por los productos y servicios, estuve ya trabajando «de verdad». Y no me aburrí ni un minuto.

Dos semanas después, sigo sin aburrirme. Traduzco y maqueto artículos y folletos, organizo eventos, trato con clientes y compañeros, hago demos a clientes…

¡Mi compañera es normal! Si hasta tiene conversación… Mi jefa es también bastante normal. Como si lo anormal fuera ésto… lo cierto es que cuesta encontrar gente normal en el trabajo…

He ganado en sueldo. Poco, pero menos da una piedra. Le he ganado una hora al reloj por las tardes… y además, me gusta lo que hago… tanto, que hasta me da vergüenza que me paguen por hacerlo.

  8 comments for “¿Tan difícil es…?

  1. 29 octubre 2008 at 11:26

    Pues me parece una excelente noticia. La verdad es que si uno está a gusto en el trabajo, el mundo tiene otro color.

    Un abrazo

  2. 29 octubre 2008 at 0:59

    Enhorabuena que además te veo en ese curro. Si algún día me hago metrosexual, no dudaré en llamarte.

  3. 28 octubre 2008 at 20:00

    Bueno pues, felicidades, y que seas feliz en tu trabajo pues eso hoy dia es un chollo.
    Un abrazo.

  4. 28 octubre 2008 at 18:37

    ¿No es una gozada esa sensación, cuando trabajas y no te das cuenta? Aprovecha, que no sabes lo raro que es.
    Enhorabuena.

  5. 28 octubre 2008 at 12:16

    Tu empresa antigua, tarde o temprano, presentará un expediente de regulación de empleo. La culpa la tendrá la crisis. Al tiempo.

  6. rosamari
    28 octubre 2008 at 9:50

    Vamos por el buen camino. Me alegro que sigas contenta. Besitos.

  7. 28 octubre 2008 at 9:43

    Me alegro mucho, guapa. Y no te de vergüenza ganar pasta, no vaya a ser que te lean y crean que es una provocación para no pagarte.
    Un beso.

    Salud y República

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