Mi terraza

Vivo en un segundo de un bloque de ocho pisos. Sólo los segundos tienen ¿terrazas?. Mi habitación tiene una miniterraza de no llega a un metro de ancho por dos de largo, como si fuera un mini pasillo. La mitad de esta terraza está cubierta por el tercer piso y la usamos como tendedero (así son de originales los arquitectos, piensan que todo el mundo tiene secadora, o quizá no, porque tampoco hay espacio en casa para tal trasto).

A lo que voy. Esta terraza está expuesta a la voluntad de todos los pisos superiores (y a la de los dos de los lados, pues no hay muros divisorios sino unos paramentos de plástico que no llegan al suelo). Habitualmente, la limpio (aspiro y friego) una vez por semana. Suelo encontrar todo tipo de porquerías, algunas incluso llamativas de encontrarlas ahí (¿quién tira tornillos, barajas o bolitas de poliespán por la ventana?)

El caso es que un día antes de marchar de vacaciones, cuando iba a tender, ví que el suelo estaba lleno de ¡¡¡serrín!!!. Pero lleno, lleno. Vamos, como si la terraza se hubiera convertido en una carpintería (o a lo peor, en una sidrería).
Tendí, con el consiguiente cabreo en el cuerpo, pero como nos íbamos al día siguiente e íbamos a estar fuera unos días, pues no me pareció oportuno limpiar. Total, a la vuelta lo iba a tener que hacer igualmente.

Ayer, retomando las obligaciones domésticas, abro la puerta de la terraza para limpiar el desaguisado y me encuentro con no menos de diez colillas (además del serrín, algo de paja y la lógica suciedad que se acumula en una terraza en un par de semanas).

Como estoy de vacaciones (y mi cabreo suele estar de vacaciones también), no me lo he tomado demasiado mal, pero me pregunto ¿qué clase de individuos sierran por la ventana? o ¿qué clase de individuos sierran en su casa y luego tiran el serrín por la ventana? o ¿quién vacía el cenicero por la ventana?

  11 comments for “Mi terraza

  1. Dardo
    21 agosto 2007 at 23:04

    Sinceramente. Serrín y colillas = posible incendio. Deberías -con mucho tacto- comentárselo; hay alguna gente que es muy cenutria.

  2. Leg
    21 agosto 2007 at 20:33

    Hay gente pa tó.

    Ay! qué dificil es convivir…

  3. Milagrinos
    21 agosto 2007 at 4:25

    Maripuchi, bienvenida, ya te echaba de menos!! Te cuento mi experiencia, a ver si te consuela: en mi apartamento anterior, tenia una señora terraza (tres veces el tamaño del piso) y mia, era como un sueño, podia tomar el sol, patinar, tender, tener plantas… pero ay! era el primer piso de 20!! Lo que me encontraba a diario en mi terraza era: papel higienico (si, si), colillas, todas las del mundo, platos de papel de estos de las fiestas, algun que otro juguete, comida, todo tipo de materiales de construccion (serrin, cuerda, tornillos, maderas, todo). La lista es interminable. Fui a los porteros, amenace con llamar a la Poli si el de las colillas no paraba. Al final me entere de que era un adolescente que fumaba a escondidas de sus padres. Le dije (via el portero) que si no dejaba de tirar las colillas, se lo decia a sus padres directamente. Ahi dejo de hacerlo. Pero habia otra que fumaba a escondidas del marido. Total, a base de llamar a la Poli, consegui controlar el tema basura, funciona. Los cerdos existen, pero tambien entienden cuando se les dice que no (a veces). Aunque desgasta mucho todo esto…

  4. Bernardo Muñoz
    20 agosto 2007 at 21:56

    Te propongo una sencilla prueba.
    Dispersa unas cuantas bellotas en el balcón de forma que queden bien visibles. Al día siguiente, encontrarás con los sesos desparramados a los más cerdos del bloque. Y es que un gorrino es perfectamente capaz de saltar por una ventana en busca de su alimento preferido.

  5. Arbillas
    20 agosto 2007 at 11:00

    A mi me dá de que poniendote una careta y gafas (por precaución) debes de mirar hacia arriba.

    Creo que la ley de gravedad sigue funcionando y las cosas caen y no suelen subir…

    Un beso.

  6. Freia
    20 agosto 2007 at 10:47

    Seguramente alguno decidió cambiar el serrín que tiene en la cocorota y no encontró mejor sitio donde echar el viejo. Hay mucho, pero que mucho guarro.
    Es la primera vez que te escribo un comentario (soy recién aterrizada en esto de las bitácoras). Me gustan tus blogs.

  7. Waki
    20 agosto 2007 at 10:22

    Bienvenida!!!!

    Si quieres te mando a la vecina de enfrente que tiene a bien sacudir el mantel todos los dias por la ventana…yo juraria haber visto volar barras de pan…

  8. Blanca
    20 agosto 2007 at 9:25

    A lo mejor son esos que buscaba la policía local el día que te dieron un susto…

  9. RGAlmazán
    20 agosto 2007 at 9:11

    Alguien se quería tirar y puso serrín para amortiguar el golpe. Luego decidió que se tirara, en vez de él o ella, el cenicero.
    En este país hay mucho guarro suelto. Basta ir a una playa o a cualquier excursión y observar como se comporta el personal. Hemos avanzado pero queda mucho todavía…

    Salud y República

  10. Camilo
    20 agosto 2007 at 8:55

    Como creo que maldecir al cielo no sirve para nada y expertos en reclamaciones los hay mejores que yo, sólo te indicaré la conveniencia de que 1) pongas una bonita jardinera entre tu terraza y la de al lado, a fin de que la basura no traspase los límites (o un mueblecito de madera de los chinos, que es más robusto; 2) que te pongas un techo inclinado sobre tu terraza, de modo que la mierda vaya a la calle, porque guarros los ha habido, los hay y los habrá. Bienvenida a casa!

  11. J. G Centeno
    20 agosto 2007 at 8:39

    Cantidad de gente, amiga mía, cantidad.

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