¡Qué coño!

Como todos sabéis, las mujeres nacemos con la bayeta en la mano y un don especial que nos confiere un arte sin igual para la realización de todo tipo de tareas domésticas, farmacéuticas, pediátricas y puericultoras…

No sólo somos capaces de elevar nuestra intelectualidad a cotas iguales si no más altas que las de nuestros compañeros varones a golpe de tesón (y de ovarios, qué coño). También somos capaces de dirigir al milímetro nuestros hogares.

No es desconocimiento. Es vagancia. Es mucho más cómodo que limpie «mami»…

El oído humano está programado para no soportar el llanto de un bebé. Repito: el oído humano.

Si un bebé llora en la noche, hombres y mujeres nos sobresaltamos por igual. Quien se levanta de la cama a atender al churrumbel suele ser la madre (o el padre, claro que tras recibir un par de patadas de la cansada madre).

Si somos nosotras las que decidimos trabajar menos horas para atender a los hijos es exclusivamente porque nuestros salarios son peores. También puede ser porque hace tiempo que descubrimos que hay poco de gratificante en el trabajo fuera del hogar, donde se nos putea sin fin desde los 27 hasta que arrugas o canas te quitan ese parche de la frente que dice: «soy madre» o «voy a ser madre»… y que nos hace rebotar una y mil veces contra ese famoso techo de cristal que no existe. Y que lo verdaderamente gratificante es otra cosa… que jamás jamás es planchar.

  5 comments for “¡Qué coño!

  1. 16 junio 2008 at 12:43

    Hoy les he dado este mismo artículo a mis chavales (y chavalas) en clase de lengua. Han alucinado. No esperaban que las cosas estuvieran todavía así.
    Parece que avanzamos muy, muy despacito…

  2. 16 junio 2008 at 12:34

    Guille, cómo se nota que lo que tienes entre las piernas son testículos, de otro modo, no podría parecerte este texto exagerado. Quizá, incluso, todo lo contrario.
    ¿La mujer se autodiscrimina? ¿Es culpa de la mujer no tener a nadie para cuidar a los hijos?¿O es un problema mayor y de difícil solución?
    Te aseguro que cuando yo dejo a un hijo mío en casa porque está enfermo, me duele todo el cuerpo. Aunque sepa que tiene los mejores cuidados. Y lo hago. Y el que les cuida es su padre… porque él sí puede permitirse decir en el trabajo cosas que yo, por ser mujer, no puedo.
    Las bajas compartidas me parecen perfectas. Nada que objetar.

  3. 16 junio 2008 at 12:31

    ¿La mujer se autodiscrimina?…

    Vale, de puta madre, pidamos la misma baja de maternidad. El mismo sueldo en el mismo cargo, e igualdad de verdad, no de mercadillo barato.

  4. Guille
    16 junio 2008 at 12:07

    Me parece un tanto exagerado el post.

    Estoy totalmente de acuerdo con que la mujer esta discriminada, pero en cierto modo se autodiscrimina. Yo se que hay mujeres que toman la iniciativa de cuidar a sus niños por volutad propia, no porque su salario sea menor.

    La igualdad comienza por que la propia mujer crea en ella. No solo hay que pedir igualdad en lo malo, tambien en lo bueno y eso nunca se escucha. Una mujer tiene 4 meses de bajar de maternidad, un hombre 15 dias. Hagamos un cambio, pidamos 2 meses para cada uno o 4 meses para los dos, problema solucionado, de esta forma la empresa sabe lo que tiene. Lo malo, TODOS, entre los 25 y los 35 Tendremos problemas para encontrar empleo y será casi peor.

    En definitiva, esto no se soluciona facilmente, pero la solucion no es «llorar», es buscar soluciones.

  5. 16 junio 2008 at 11:32

    Tienes toda la razón… pero la igualdad es cuestión de educación desde niños, y por ahora creo que en eso seguimos fallando

    Saludos

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